Para los amantes de lo curioso, conoce la Taberna Luciferina.
Ubicada muy cerca al metro Cuauhtémoc de la CDMX, se encuentra una casona que data de principios del siglo pasado. Alberga una peculiar taberna que se concibe a sí misma como un “espacio de encuentro alternativo”.
Lo impresionante de este lugar es su barra; una estructura de metal redonda que ocupa el centro del bar como un altar a la mixología.
Todo el concepto de la taberna gira en torno a los manuales de alquimia medievales y presentan sus creaciones etílicas como pócimas para incitar al amor o a la fortuna, con nombres en latín.
La comida es sencilla, pero con un toque de creatividad: mini-hamburguesas, una brocheta de pollo con salsa de cilantro y cerveza obscura. Al mediodía cuentan con un menú tipo brunch con opciones de cocina rustica con un toque mexicano, como costillas de cerdo braseadas y pollo rostizado en horno de leña con salsa roja martajada.
