El fin de una era... Mansión Playboy vendida
Muchos de nosotros, seamos hombres o mujeres, conocemos a la perfección el imperio del entretenimiento masculino o mejor conocido como Playboy.
Pero sobretodo, ubicamos perfectamente la mansión, la mansión Playboy.
Esta mansión a lo largo de 45 años, ha sido testigo de las legendarias fiestas que ha realizado Hugh Hefner, dueño de este emporio. Fiestas desenfrenadas llenas de mujeres, diversión, y sobretodo ¡muchos famosos!.
Pero tristemente esa era llegó a su fin, puesto que la mansión ha sido vendida a quién creen… ¡a Daren Metropoulos!.
Ustedes dirán, pues quién es ese, pues es el mismísimo dueño de los panquecitos Twinkie.
Metropoulos es un empresario multimillonario especializado en la compra de marcas en declive, como la de los panquecitos ultra azucarados que muchos de nosotros conocemos como Twinkie, que fue adquirida en 2013.
"Podemos confirmar que la Mansión Playboy fue objeto de una promesa de venta con Daren Metropoulos como comprador", ha indicado un portavoz de Playboy.
Daren Metropoulos ya era vecino de Hefner después de haberle comprado en 2009 la propiedad contigua por 18 millones de dólares. Metropoulos espera conectar los dos inmuebles para hacer una gigantesca propiedad una vez que muera Hefner.
La humilde morada está valuada en 200 millones de dólares, una cifra que nunca veremos en nuestras manos… qué triste, pero el punto, es que el empresario aseguró que Hugh Hefner, quien tiene 90 años, podrá vivir en la mansión hasta el último de sus días…
¡Qué lindo y considerado!.
Si se preguntan cómo es la casita del conejito, ahí les va unos datos de ella… Abarca dos hectáreas (cinco acres) y tiene 29 habitaciones, entre ellas una casa de juegos, cine casero, una bodega de vinos, gimnasio, cancha de tenis, piscina y una casa para huéspedes de cuatro habitaciones.
¡Vaya que si tiene bastantes cosas!
Pero para que dejes de imaginártelo, te dejamos un video del antiguo programa de MTV (MTV Cribs) que realiza un tour por toda la mansión, y si te gusta, ve ahorrando para que se la compres al dueño de los Twinkies.